En mi primer entrada os dejo este texto con tanta razón:
Hay momentos en la vida en la que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo, o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar, o cruzar la línea, esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro, o inundarlo de luz, podrá hacer de ti un héroe, o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.
martes, 22 de septiembre de 2009
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